Abbott está trabajando con laboratorios de todo el mundo para sacar el máximo partido a sus capacidades y permitir que los sistemas sanitarios puedan hacer frente a un aumento sostenido de las enfermedades crónicas, a una mayor demanda de la medicina personalizada y a unos modelos asistenciales en continua evolución, así como a la escasez de personal sanitario mediante el logro de la eficiencia operativa y de la excelencia en la atención clínica integrada.
«Obtener el máximo potencial del laboratorio para disfrutar de un sistema sanitario de alto rendimiento» indaga en estas colaboraciones, además de en los éxitos que los laboratorios han logrado en cuatro áreas clave: vías de atención al paciente, detección temprana de enfermedades, recursos humanos y ahorro de personal y costes.